NOS DEJA UN GRANDE DE LA MÚSICA

La familia decidió por la mañana
del día el traslado de los restos del artista hasta su tierra natal, Algeciras
(Cádiz), donde el consistorio gaditano ha declarado el luto oficial.
Esta leyenda de la guitarra
española nació en un barrio gitano de Algeciras en 1947. Su verdadero nombre
sería Francisco Sánchez Gómez. La propia calle y el ser hijo y hermano de
músicos lo familiarizaron con el flamenco desde su más tierna infancia. De su
padre, Antonio Sánchez Pecino, quien se mal ganaba la vida siendo vendedor
ambulante de telas durante el día y tocaba la bandurria en los bailes de pueblo
durante la noche y de su hermano mayor, Ramón de Algeciras, aprendió los
primeros rasgueos, para que así a los 6 años comenzara sus estudios oficiales
de guitarra. Y de su madre Luzía Gomes, escogería el nombre para formar su
nombre artístico.
Debido a la mala economía de su
familia, Paco empezaría a trabajar a la temprana edad de 12 años actuando junto
a su hermano Pepe y con tan solo 14 años ya ganaría el primer premio en el
Concurso Internacional de Arte Flamenco de Jerez de la Frontera. Sería entonces
cuando iniciaría su carrera internacional.
Junto a su hermano Pepe grabaría
los primeros discos bajo la dirección de su padre y posteriormente grabaría con
artistas tales como Fosforito o Camarón de la Isla. Con éste último formaría
una fuerte relación tanto musical como personal ya que ambos eran grandes
amigos. Ya asentado en Madrid, este grande de las seis cuerdas y Camarón,
formarían la mítica pareja Camarón de la Isla-Paco de Lucía, cuyas cualidades
extraordinarias y la manifiesta y firme voluntad de convertir el flamenco en
una experiencia viva quedaron impresas en más de una decena de discos
impresionantes en la memoria del guitarrista, que recordaría aquellos años como
la etapa más bonita de su vida.
Sin duda el tema por el que todos recordarán a Paco de Lucía será la rumba “Entre dos aguas” con el que se convirtió en estrella de las listas de éxitos en 1973 y con el que cautivó al público más joven que se empezó a interesar por la guitarra flamenca.
A lo largo de los años se
forjaría uno de los mejores guitarristas de la historia del flamenco y la
calidad de su talento se mediría en aplausos, premios y colaboraciones con
infinidad de artistas con los que grabaría lo que hoy solo podemos entender
como éxitos.
Para el artista, los últimos años
del siglo XX fueron los más duros de su vida. La muerte de Camarón y la
interesada confusión creada en torno a los derechos de autor conjuntos con el
cantaor, agravaron la úlcera que padecía y lo sumieron en una profunda
depresión que el fallecimiento consecutivo de sus padres ayudó a prolongar.
Después de un largo periodo
alejado de la composición, dejó Madrid para trasladarse a México donde tras
unos años de pequeños trabajos, ayer le daríamos el último adiós.
Siempre lo recordaremos como un
revolucionario del género del flamenco y claro influyente que a lo largo de su
trayectoria cambiaría la concepción del toque en más de una ocasión.
Entre los premios que premian su
trayectoria como guitarrista, hago mención de un Príncipe de Asturias de las
Artes de 2004 del cuál sin duda era merecedor debido a la capacidad que poseía
en sus manos, de expresar todo cuanto puede ser expresado con las seis cuerdas
de una guitarra.
Seguidamente podréis ver y
escuchar uno de tantos videos que recogen “Entre dos aguas” pero que en mi
opinión es un tema inédito en el que Paco de Lucía se junta en el mismo
escenario con toda una orquesta perfecta que encaja a la perfección todos sus
movimientos en la partitura.
El más grande del flamenco e
ídolo para cualquier guitarrista, lo cual corroboro, nos ha dejado. Pero su talento y su música perdurarán en los
oídos de todo aquel que sepa apreciar el buen flamenco y el bellísimo arte de
la guitarra.
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